Plan 9 of outer space es la película de miedo que más aterroriza al profesional del cine cuando se enfrenta a su visionado, pero a la vez es también la obra que más puede disfrutar en Halloween el cinéfilo más desenfadado. Es la chapuza de Ed Wood más archiconocida al tener la suerte o desgracia de albergar los últimos planos de la leyenda del cine de terror de los años 30´, Bela Lugosi. Ya que la obra fue estrenada tres años después de su fallecimiento. Y, aunque no he logrado confirmarlo, y viendo la barata manera de trabajar del director, sospecho que muchas de las escenas donde aparece el personaje interpretado por Lugosi, tapándose la cara con su tapa de vampiro, fueron rodadas tras la muerte del artista y por ello filmadas con otro actor distinto simulando ser Lugosi.
La película trata sobre una invasión alienígena de toscos procedimientos e invertebrada capacidad para ponerse en contacto con los seres humanos de otra forma que no sea resucitar a los muertos convirtiéndolos en zombis, vampiros o incluso ambas cosas. El largometraje de cerca de 90 minutos es una bochornosa muestra de ambición sin conocimientos e inutilidad sin miramientos. Es el resultado de una cabeza plagada de macedonias de la ciencia-ficción y el terror, pero despoblada del buen saber de contar historias mediante el arte audiovisual.
La obra tuvo en su estreno la mala acogida merecida pero fue resucitada en los 80´ cuando a Ed Wood le premiaron con el galardón Golden Turkey Award a peor director de la historia. Fue tras esa honorable distinción al ya fallecido director, que su cine, al igual que los personajes de sus cintas, resucitó para crear un nuevo género: "serie Z". En dicho género, a partir de ese momento permanentemente de moda, se albergarían películas de bajo presupuesto, malas interpretaciones y guiones surrealistas hasta hacer reír sin pretenderlo. Tras este resurgir desde la tumba se podría decir entonces que Ed Wood, como mucho genio incomprendido, fue leyenda tras su muerte y aborrecido por el éxito durante su vida.
¿Quién fue Ed Wood?
Ed Wood vivía y crecía sin hacer mucho caso a los dogmas cinematográficos. Nació en 1924 en Nueva York y tras volver de la segunda guerra mundial consiguió trabajó como ayudante en la productora cinematográfica Universal Pictures. En ella contaba con desvergüenza que su mayor miedo durante la guerra era que le descubriesen utilizando ropa interior femenina. Costumbre que amaba practicar a diario y sobre la cual llegó a realizar una polémica película titulada Glen or glenda con la que debutó en el cine en 1953.
Su manera de trabajar era frenética, sin apenas ensayar y prácticamente sin repetir ninguna toma. Todo a la primera saliera mal, regular o fatal. El trabajo interpretativo con los actores era inexistente y la planificación ruinosa, grabando en una misma escena algunos de sus planos durante el día y otros durante la noche y montandolos posteriormente como si se tratase del mismo espacio temporal (los fallos de raccord eran terribles). Su frase favorita era: "Toma buena. ¡A POSITIVAR!". Nada estaba ni bien rodado ni bien interpretado, pero a él todo le valía y el tiempo siempre era limitado, por lo que no había posibilidad de repetir toma. Los efectos especiales eran bastos y estrafalarios y las escenografías de cartón piedra. Los guiones eran surrealistas y ridículos, además de interpretados por actores que ni eran profesionales del sector, ni entendían absolutamente nada de lo que estaban haciendo delante de esa cámara.
Aún así, a pesar de su falta de talento evidente desde el primer minuto de su primera película, no fue fácil vencerle en la búsqueda de su sueño de ser un director de cine de éxito; y todo aquello que consiguió fue fruto de su energía, fortaleza mental, desparpajo e ilusión por comerse el mundo. Fue gracias a esa tenacidad que, pese a los grandes fracasos que significaban cada una de sus películas, llegó a estrenar cinco y a rodar en varias de ellas junto a la leyenda antes mencionada Belá Lugosi.
No obstante, en un ejemplo contrario al tan comercial de "impossible is nothing", fracasó estrepitosamente en su carrera y sus últimos años de vida los malvivió envuelto en la pobreza y el alcoholismo. Siendo la escritura de relatos cortos su fuente de ingresos mínimos vitales, acabando sus días en parecidas condiciones a las de su ídolo Belá Lugosi.
Última película de Belá Lugosi. ¿Por qué la leyenda del cine de terror decidió trabajar con el peor director de cine de la historia?
Belá Lugosi fue el actor de moda del cine de terror en la década de 1930. Su papel como Drácula hizo historia y él como intérprete también. Fueron años de gran esplendor profesional. Además de su talento, destacó por su amor al cine. Jamás quiso dejar de trabajar para descansar, siendo propio no solo de cintas de gran presupuesto sino de otras más humildes de circuitos independientes. No obstante, su carrera ya en los años 50´ se encontraba en un declive imparable a causa de su edad e incluso de sus malas decisiones. Se rumorea que él mismo afirmaba encontrarse terriblemente arrepentido de haber rechazado el papel de Frankenstein, y más viendo como su rival profesional Boris Karloff disfrutó de gran éxito interpretando al personaje en diversas películas.
En esa época la vida del actor se encontraba mal encauzada entorno a la morfina y la soledad. La gente no solo le daba por muerto profesionalmente, sino también en cuerpo y alma. En ese pozo en el que se había transformado su vida, ya no había lugar más bajo en el que habitar. Fue de manera fortuita y en esa etapa, que apareció un Ed Wood con la ilusión de comenzar una carrera cinematográfica de éxito. Y mientras Lugosi ya miraba a los ojos a la depresión y con naturalidad el cercano día de su muerte, contrastó con sus planes de vida ya conclusivos y pesimistas, los del director lleno de optimismo y ganas de dar los primeros pasos en la industria. El actor, durante sus años de gran esplendor, había conquistado el corazón de Wood, y este pronto se encariñó del intérprete de Drácula y arrastró de él hasta volver a situarlo delante de una cámara.
Bien es cierto que en un principio fue meramente por necesidad económica, pero es de justicia mencionar que Ed Wood acabó contagiandole nuevamente el amor al cine y el gusanillo de la interpretación. Convirtiéndose ambos en grandes amigos y siendo Lugosi un verdadero profesional capaz de arrastrarse por el barro si el ridículo guión del de Nueva York así lo requería.
Los últimos planos de Belá Lugosi fueron grabados por Ed Wood en el propio jardín del actor. Y formaron parte de la película Plan 9 from outer space, estrenada en 1959, tres años después de la muerte del artista. Cabe apuntar que murió "con la botas puestas" y deseando volver a filmar una nueva película junto a su gran amigo Ed.
Plan 9 outer space. La peor película de terror jamás vista
La película está disponible en Youtube y la multitud de vídeos demostrando cada uno de los diferentes errores de todo tipo que ésta alberga, también. No solo errores de nefasta habilidad técnica como son sombras de micrófonos o platillos volantes de juguete simulando ser ovnis sobrevolando Estados Unidos; sino también de raccord como es el caso de la escena donde la policía acude a la llamada de un crimen en el cementerio, en dicha escena salen de la comisaría de noche, avanzan por la carretera siendo de día y, por arte de magia, vuelve a ser de noche cuando llegan al cementerio. Hay una posible explicación: pararon en Valencia a almorzar y el cremaet se alargó más de la cuenta.
Después, existen escenas en el cementerio, donde en los planos de unas zonas es completamente de día, y en los planos de las otras zonas de esa misma tierra santa es noche cerrada. Entendemos que el cementerio es de tales dimensiones estratosféricas, que abarca desde norteamérica hasta Asia. Con el cambio horario que ello conlleva y que explicaría este supuesto fallo de raccord.
Más allá de los supuestos errores ya justificados, la cinta cuenta con un guión de frases lapidarias -nunca mejor dicho tratándose de una película de zombis plagada de escenas en un cementerio- como es el caso de la memorable cita que nos regala uno de los extraterrestres -mejor maquillados y peinados e incluso más bellos que los terrestres- : "Es curioso que el humano, que es capaz de pensar, tenga miedo de los muertos, que no son capaces de pensar". Por suerte o por desgracia en la vida no todo es pensar, a veces es necesario actuar, y estos hombres muertos lo hacen de forma violenta; por lo que es comprensible el miedo de los humanos.
La cinta, en general, navega en el sinsentido y en las interpretaciones que no interpretan, sino que vomitan líneas de texto sin intención artística ninguna. No deja de ser una curiosa obra para disfrutar entre risas y conocer el origen de un género que no deja de triunfar entre un gran sector de cinéfilos. Ed Wood, en definitiva, siendo según se mire bueno, malo o regular; es leyenda de la industria por hacer del cine malo un género: el Z.
Texto extra: los fichajes estelares de Ed Wood
He hablado y hablo mucho de las interpretaciones de esta película. Y es por ello que me quedaría en deuda si no nombrase dos curiosidades en relación a ello. Ed Wood, a causa de su reducido presupuesto para rodar esta película, apostó por talentos por descubrir. Los casos más curiosos fueron los de Vampira (Maila Nurmi) y el inspector Clay (Tor Johnson).
Tor Johnson era un talento del cuadrilátero, pero no de la interpretación. Una noche, Ed, asistió a una velada de lucha libre con la intención de divertirse. Pero su cabeza no descansaba. Fue entonces cuando disfrutando del espectáculo descubrió a ese enorme animal haciendo gala de su fuerza desorbitada, y en consecuencia el director llegó a la conclusión de que Tor Johnson sería un intérprete perfecto para su nueva película. A penas sabía vocalizar, bien es cierto, pero su aspecto era intimidante. Era enorme, calvo y horrible. El papel de zombie torpe que le ofreció para Plan 9 outer space le venía como anillo al dedo. Su papel como inspector antes de convertirse en ese monstruo, desgraciadamente no le quedaba tan acertado. Afortunadamente esas escenas fueron minoría.
Maila Nurmi era idolatrada por Ed Wood. La archiconocida Vampira de la época, disfrutaba de fama, trabajo y dinero gracias al éxito de su programa donde realizaba las tareas de presentadora de las diferentes películas de terror que colmaban el show. Es ahí donde se ganó el respeto y admiración del director. Pero en tal época de bonanza profesional, declinó cada una de las ofertas de Ed. Fue con el cierre de su programa cuando la famosa Vampira dejó de serlo, y no encontró más remedio que aceptar la oferta de participar en la ridícula Plan 9 outer space. No obstante, la actriz puso una condición al de Nueva York: no pronunciaría ni una sola palabra en toda la película. De esta forma, la presentadora esperaba no ser reconocida en pantalla y pasar desapercibida ante el gran público. Ya que participar en ese tipo de cintas le avergonzaba y evidenciaban su declive profesional. Ed Wood cumplió su palabra y la Vampira, pese a no decir ni pío en los 80 minutos de metraje, funcionó como reclamo publicitario y fue una zombie sexy y aterradora.
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