Hubo un tiempo donde el fin de semana empezaba en un videoclub. Con tus padres o con tus hijos -depende la edad que tuviese cada uno en esa época-, con tu pareja, con tus amigos o incluso solo; pero siempre con estrenos o clásicos de 2x1 bajo el brazo. Era viernes y había que darle de comer al reproductor VHS para esas tardes que se avecinaban de sofá en familia o esas noches que prometían intimidad entre adultos.
La intención ahora en Café Western es volver a sentir el cosquilleo de mirar carátulas de películas, entrar en la sala X e incluso preguntar recomendaciones al elocuente y cinéfilo dependiente. En esta ocasión le hemos pedido que nos recomendase algunas películas de fútbol, por si BeinSports se quedaba corto este finde para nuestra insaciable hambre futbolera. A ver qué nos recomienda.
Mean Machine (Jugar duro)
Director: Barry Skolnick
Reparto: Vinnie Jones, David Kelly, David Hemmings, Vas Blackwood, Ralph Brown
Año: 2001
Duración: 98 minutos
Lo más curioso de este filme es sin duda alguna disfrutar de Vinnie Jones -futbolista inglés retirado- interactuar desafiante con los mayores maleantes habitantes en prisión. Su aura de tipo duro se mitifica y su sobresaliente en cumplimiento de valores de lealtad y respeto carcelario es más que merecido. El ex-futbolista interpreta a otro ex-futbolista que reside alegre en el alcoholismo y la incorrección política hasta topar con la policía y acabar en la cárcel.
En el centro penitenciario, gobierna un alcaide tan futbolero como el espectador y tanto o más que Vinnie Jones, pues tiene medio federado un equipo de guardias en una liga de fútbol 11 donde compiten entre centros penitenciarios. En dicho contexto y con comedia disfrutable, sucede un espectáculo deportivo archirepetido en la historia del cine pero no por ello aborrecido, donde presos a las órdenes de Vinnie y guardias, disputarán un encuentro para el recuerdo de sus anodinas vidas carcelarias.
Son los primeros pasos en la interpretación de este futbolista reconvertido que no goza de destreza pero sí de una personalidad que colma la pantalla y de, a día de hoy, una carrera en cine longeva e interesante.
The Damned United
Director: Tom Hooper
Reparto: Michael Sheen, Timothy Spall, Colm Meaney, Jim Broadbent, Joe Dempsie
Año: 2009
Duración: 97 minutos
Película basada en hechos reales y que sigue siendo 10 años después la que con más fidelidad y talento retrata en pantalla lo que sucede en los vestuarios de los clubes futbolísticos de élite y como ello repercute en el campo. Cuenta la historia de Brian Clough, entrenador arrogante y ambicioso que un día tiene que sustituir a Revie -entrenador al que odia- como seleccionador inglés. Algo así como Mourinho sustituyendo a Wenger o Zidane a Jémez.
Hoy día, con documentales deportivos en cada esquina de los portales streaming, y con el éxito desbordando por las orejas de cada uno de ellos, esta obra, a pesar de ser cine, es tan real o más que todos esos productos que tanto obsesionan a determinadas estrellas enamorados de sí mismos. 97 minutos que huelen a fútbol y a testosterona propia, normal y consecuencia de 22 tíos en calzoncillos en un vestuario.
Hooligans
Director: Lexi Alexander
Reparto: Elijah Wood, Charlie Hunnam, Claire Forlani, Marc Warren, Leo Gregory
Año: 2005
Duración: 109 minutos
Gracias a ser el protagonista de esta película, Elijah Wood -archiconocido por su papel de Frodo en El señor de los anillos- realizó para la televisión una serie de documentales conviviendo y disfrutando de partidos de fútbol en el interior de diferentes grupos hooligans. Esto fue gracias al respeto y fidelidad por el movimiento hooligan que mostró la película y que agradó a todo integrante de dichos grupos, consiguiendo de esta manera que le abriesen las puertas a descubrir desde dentro su estilo de vida.
La cinta, sin caer en tópicos ni juicios de moralidad suprema, representa a los chicos de las gradas como gente corriente con vidas corrientes y vacíos existenciales que todo hombre corriente padece. Es con la violencia y la pasión por el balompié con lo que estos muchachos llenan de adrenalina esas venas que albergan sangre dormida el resto de la semana.
El film muestra otra cara del fútbol bastante menos relevante que la deportiva y plagada de conductas políticamente incorrectas e ilegales; pero vital para el deporte y con un peso fundamental para el espectáculo. Solo hace falta ver lo estéril para los sentidos que pueden llegar a ser algunos de los partidos de gradas vacías que la pandemia está obligando a sufrir al aficionado. El cinevidente además disfrutará en pantalla esas emociones rutinarias pre partido que antes eran propias y comunes de cada fin de semana, y que actualmente se encuentran en lo nostálgico de la mente y en lo lejano de la incertidumbre. En definitiva, en las casi dos horas de película, no disfrutarás de fútbol, goles y chilenas, pero sí de las emociones que les rodean.
Shaolin Soccer
Director: Stephen Chow
Reparto: Stephen Chow, Zhao Whei, Ng Man-tat, Patrick Tse, Karen Mok, Cecilia Cheung.
Año: 2001
Duración: 111 minutos
Shaolin soccer es el humor japonés más infantil que se puede echar a la cara un hombre. Lo que no significa que sea mala, es incluso exportable a otros países de sentido del humor diferente. La que no es exportable por su humor nacional hasta el ahogamiento -producido por carcajadas claro- es Torrente a lo largo de toda su saga. Shaolin soccer recuerda a la película de Santiago Segura en la premisa de reunir a una serie de lerdos para cumplir una misión. Aquí la misión a cumplir es ganar un Mundial de Fútbol, y lo que tienen en común estos tarugos es su destreza con el Kung fu. Ese arte ofrece en pantalla en esta obra unas escenas de acción surrealistas y divertidas para mentes distendidas. Desde gags de peleas callejeras, hasta partidos de fútbol que suman lo mejor del talento de Ibrahimovic con el balón, las jugadas más asombrosas de Oliver y Benji y algunas de las técnicas de combate de Dragon Ball.
La película está rodada con solvencia, componiendo planos desde la epicidad del cine de acción -con las limitaciones económicas evidentes- y montada con ritmo y gracia para saborearse con frescura y risas. Además, transmite moralejas de imprescindible aprendizaje para los más niños y de necesario recordatorio para los adultos: hermandad, auto superación, honradez y amor propio.
Cine que no tiene más pretensiones que las de divertir a la familia, y que ofrece en pantalla unas escenas futbolísticas jamás vistas y que serán siempre recordadas por el espectador.
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